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Cosméticos en la nevera: el secreto para potenciar su eficacia y prolongar su frescura

 Abrir y cerrar la puerta del frigorífico es un gesto cotidiano. Lo hacemos de manera casi automática para conservar nuestros alimentos y mantener su sabor, textura y valor nutricional. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar que nuestros cosméticos también contienen ingredientes activos, naturales e incluso orgánicos, que podrían beneficiarse de condiciones similares de conservación.

Entonces, surge la pregunta: ¿por qué los productos de belleza se almacenan a temperatura ambiente y no en frío?

Aunque no es estrictamente necesario mantenerlos en la nevera, refrigerar ciertos cosméticos puede mejorar su eficacia, especialmente durante los meses más calurosos del año. No se trata solo de conservar sus propiedades, sino de multiplicar sus beneficios y ofrecer una experiencia sensorial más placentera.

La farmacéutica Belén Acero lo explica claramente:

“Guardar algunos cosméticos en la nevera no solo ayuda a mantener su estabilidad, sino que potencia sus efectos. En verano, por ejemplo, los productos ricos en vitamina C —que se oxida fácilmente— se benefician especialmente del frío”.

Ventajas de conservar los cosméticos en la nevera

Los beneficios de mantener ciertos productos de belleza a baja temperatura van más allá de la simple conservación. La sensación de frescor que ofrecen puede descongestionar, reafirmar y revitalizar la piel, especialmente en áreas delicadas como el contorno de ojos o las piernas.

1. Contornos de ojos:
Refrigerar este tipo de cosméticos intensifica su acción antiinflamatoria. El frío ayuda a reducir las bolsas, las ojeras y las líneas de expresión, dejando una mirada más descansada y luminosa. Además, durante el verano, su aplicación se convierte en una experiencia refrescante que alivia al instante la fatiga ocular.

2. Sérums y cremas hidratantes de textura ligera:
Los productos con base acuosa o tipo gel obtienen un efecto calmante inmediato cuando se aplican fríos. Esto resulta especialmente útil para pieles irritadas, sensibles o expuestas al sol.

3. Brumas faciales y tónicos en spray:
Guardar estos productos en el frigorífico es una excelente opción para mantener la piel hidratada y fresca durante el día. Pulverizar una bruma fría sobre el rostro no solo refresca, sino que activa la microcirculación y ayuda a fijar el maquillaje.

4. Cremas corporales y lociones después del sol:
Después de un día de playa o piscina, aplicar una crema corporal fría es un auténtico alivio. El frío reduce la inflamación, mejora la circulación y contribuye al drenaje linfático, ayudando a evitar la sensación de piernas pesadas. Para potenciar sus efectos, se recomienda acompañar la aplicación con masajes ascendentes y circulares.

Otros cosméticos que también pueden guardarse en la nevera

El uso del frío no solo beneficia a los productos para la piel. Existen otros cosméticos que también pueden alargar su vida útil y conservar mejor su textura si se mantienen refrigerados:

  • Esmaltes de uñas: son altamente sensibles al calor y la luz. Mantenerlos en frío evita que se espesen o pierdan uniformidad, prolongando su tiempo de uso.

  • Perfumes: al resguardarlos del calor, los aromas conservan su fuerza y equilibrio por más tiempo.

  • Barras de labios y lápices delineadores: especialmente en verano, el calor puede ablandarlos, dificultando su aplicación. Guardarlos en la nevera mantiene su consistencia ideal y facilita un trazo más preciso.

Eso sí, no todos los productos son aptos para la refrigeración. Los polvos compactos, sombras de ojos y bases en polvo deben conservarse fuera de la nevera, ya que la humedad puede alterar su textura y calidad.

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