Ticker

6/Internacionales/ticker-posts

Header Ads Widget

Responsive Advertisement

El auge de la inteligencia artificial: ¿una revolución o una nueva burbuja tecnológica?

Mientras algunos tecnoptimistas aseguran que estamos viviendo los inicios de una nueva revolución industrial impulsada por la inteligencia artificial (IA), otros advierten que el entusiasmo podría estar yendo más rápido que los resultados reales. Las voces más críticas subrayan la enorme brecha entre el volumen de inversión y los ingresos que esta tecnología genera hasta el momento.

En los últimos meses, gigantes tecnológicos han anunciado inversiones multimillonarias en infraestructura para sostener el crecimiento de la IA: adquisición de microprocesadores, construcción de centros de datos y, en algunos casos, incluso proyectos energéticos como centrales nucleares para alimentar esos sistemas, tal como hizo Google recientemente. Sin embargo, los ingresos obtenidos todavía no justifican tales gastos.

El caso de OpenAI: crecimiento sin rentabilidad

OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT y una de las pioneras del actual auge de la IA, ha reportado ingresos de 13.000 millones de dólares en los últimos doce meses. Aunque esta cifra supone un incremento notable frente a años anteriores, sigue siendo mínima frente a las inversiones que demanda su desarrollo. Según el Financial Times, los acuerdos firmados por OpenAI con distintos socios tecnológicos para cubrir su demanda de potencia de cálculo superarán el billón de dólares en los próximos años.

A pesar del crecimiento, la compañía sigue operando con pérdidas y no espera alcanzar la rentabilidad antes de 2029. Incluso figuras como Jeff Bezos, defensor de la innovación tecnológica, admiten que el mercado se ha vuelto irracional:

“Cuando los inversores se obsesionan con un tema, como ocurre ahora con la IA, todas las ideas consiguen financiación —las buenas y las malas—. Es difícil distinguir entre unas y otras”, dijo el fundador de Amazon durante la Tech Week celebrada en Italia.

Un déjà vu de la burbuja puntocom

Esta fiebre recuerda al auge de las empresas de internet a finales de los noventa, cuando la promesa de la web provocó una avalancha de inversiones sin bases sólidas. Entonces, muchos financiaron proyectos sin modelo de negocio real, y la burbuja terminó explotando, dejando grandes pérdidas.

Hoy, algunos analistas temen que algo similar pueda ocurrir con la IA si las promesas no se traducen pronto en resultados concretos.

Nvidia y la industria que sí gana

Pese a la incertidumbre, el sector de los semiconductores vive su mejor momento. Compañías como Nvidia y AMD, fabricantes de los chips que hacen posible el funcionamiento de los modelos de IA, acumulan beneficios récord. En junio de 2025, Nvidia se convirtió en la empresa más valiosa del mundo, con una capitalización superior a los 3 billones de dólares, superando a Apple y Microsoft.

Los inversores apuestan por una demanda creciente de chips cada vez más potentes, aunque gran parte de esa demanda parece alimentarse a sí misma. Por ejemplo, en septiembre, Nvidia invirtió 100.000 millones de dólares en OpenAI para que esta adquiriera sus propios procesadores, mientras que la misma OpenAI compró una participación del 10 % en AMD y se comprometió a comprar millones de chips a su competidor directo.

Estos “círculos de inversión cerrados” mantienen viva la maquinaria financiera del sector, pero si la inteligencia artificial no logra cumplir pronto sus promesas, la industria podría enfrentar un colapso similar al de la burbuja puntocom.

Publicar un comentario

0 Comentarios