El auge del aceite de rosa mosqueta en la cosmética moderna: beneficios, precauciones y formas de uso

 En los últimos meses, un nuevo beauty trend se ha apoderado de redes sociales y foros de cuidado de la piel: añadir unas gotas de aceite de rosa mosqueta a la crema hidratante diaria. Influencers, dermatólogos y expertos en belleza natural hablan de sus efectos rejuvenecedores, pero ¿qué tan seguro es mezclar aceites con cremas? ¿Y cuáles son los verdaderos beneficios de este ingrediente natural?

Un clásico natural con respaldo científico

El aceite de rosa mosqueta, también conocido como Rosa rubiginosa o Rosa canina, es extraído de las semillas del rosal silvestre y se ha utilizado durante siglos por sus propiedades curativas, regeneradoras y rejuvenecedoras. Rico en ácidos grasos esenciales (linoleico, linolénico y oleico), vitamina A (retinoides naturales) y vitamina E, este aceite ha sido considerado un potente aliado para mantener una piel joven, luminosa y saludable.

De acuerdo con la cosmetóloga Esther Moreno, fundadora de EM Studio, “muchos cosméticos modernos ya incluyen aceite de rosa mosqueta en su formulación debido a su poder antioxidante y su capacidad para mejorar la textura y el tono de la piel”. Sin embargo, aclara que, en caso de no estar presente en el producto, es posible añadir de dos a tres gotas a la crema hidratante o nutritiva para potenciar sus beneficios, siempre y cuando la fórmula base sea compatible con aceites naturales.

Cómo y cuándo aplicarlo correctamente

El modo de aplicación del aceite de rosa mosqueta depende del objetivo que se busque alcanzar. Si la intención es nutrir la piel en profundidad y prevenir el envejecimiento, los expertos recomiendan aplicarlo como último paso de la rutina, después de la crema hidratante, para sellar la humedad y crear una barrera protectora.

Por el contrario, si se desea reducir cicatrices, marcas o manchas —por ejemplo, aquellas causadas por el acné o por intervenciones dermatológicas—, lo ideal es aplicarlo antes de la crema, sobre la piel limpia y ligeramente humedecida. Esta técnica permite que los nutrientes del aceite penetren mejor en la epidermis, estimulando la regeneración celular y mejorando el aspecto general de la piel.

No obstante, Moreno advierte sobre un error común: usar el aceite durante un brote activo de acné. En tales casos, puede resultar contraproducente, ya que, al ser un aceite denso y rico en lípidos, puede obstruir los poros y agravar la inflamación. “Aunque es excelente para tratar cicatrices posteriores, nunca debe aplicarse mientras haya granos o pústulas activas”, señala la especialista.

Precauciones: la importancia de la fotosensibilidad

Otro aspecto crucial a tener en cuenta es la fotosensibilidad. Por su alto contenido en ácidos grasos insaturados y omegas, el aceite de rosa mosqueta puede reaccionar ante la exposición solar, oxidándose con facilidad y generando irritación o manchas. Por esta razón, su uso diurno debe ir acompañado de protector solar de amplio espectro, especialmente si se combina con productos que contengan retinoides o ácidos exfoliantes.

La facialista Moreno subraya que “aunque es un aceite natural y seguro, lo trato como fotosensible; por eso, recomiendo aplicarlo preferiblemente por la noche o, si se usa de día, proteger la piel adecuadamente”.

Beneficios comprobados del aceite de rosa mosqueta

Los beneficios de este aceite son amplios y respaldados tanto por la tradición cosmética como por estudios dermatológicos:

1. Hidratación profunda:
   Gracias a su contenido de ácido linoleico y linolénico, forma una barrera protectora que impide la pérdida de agua transepidérmica. Esto se traduce en una piel más suave, elástica y con un brillo saludable.

2. Regeneración celular:
   Estimula la producción de colágeno y elastina, favoreciendo la reparación de tejidos dañados y la cicatrización de heridas leves o intervenciones estéticas.

3. Atenuación de cicatrices y manchas:
   Sus antioxidantes naturales, combinados con la vitamina A, contribuyen a reducir la hiperpigmentación, mejorando la uniformidad del tono de la piel. Es especialmente útil para tratar marcas de acné, estrías y cicatrices quirúrgicas.

4. Propiedades antiinflamatorias:
   Alivia la irritación y enrojecimiento de la piel, siendo beneficioso para personas con dermatitis, rosácea leve o piel sensible.

5. Efecto antienvejecimiento:
   Sus componentes ayudan a suavizar líneas finas y prevenir el envejecimiento prematuro causado por el estrés oxidativo y la exposición ambiental.