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Nervio vago: funciones, recorrido y cómo estimularlo para mejorar la salud

 


¿Qué es el nervio vago?

El nervio vago, conocido también como décimo par craneal o nervio neumogástrico, es uno de los más extensos e importantes del cuerpo humano. Su nombre proviene del término latino vagari, que significa “vagar”, debido a su largo recorrido desde el cerebro hasta distintos órganos del cuello, tórax y abdomen.

A pesar de lo que podría sugerir su nombre, este nervio está lejos de ser “holgazán”. Al contrario, se trata de uno de los más activos y trabajadores, ya que interviene en la regulación de múltiples funciones vitales.


Recorrido anatómico del nervio vago

El nervio vago se origina en el bulbo raquídeo, una estructura del tronco encefálico que conecta el cerebro con la médula espinal. Desde allí se ramifica y recorre el cuello, el tórax y el abdomen, distribuyéndose hacia órganos fundamentales como:

  • Corazón.

  • Pulmones.

  • Estómago e intestinos.

  • Riñones.

  • Hígado.

Su extensa distribución explica por qué es considerado el principal nervio de la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo.


Funciones principales del nervio vago

El nervio vago participa en tres tipos de funciones:

1. Funciones parasimpáticas

Regula procesos automáticos del organismo, como:

  • Control de la frecuencia cardíaca.

  • Regulación de la respiración.

  • Estimulación de la digestión (secreción gástrica y movimientos intestinales).

  • Control de la micción y la defecación.

  • Regulación de la salivación, el lagrimeo y la función sexual.

2. Funciones motoras

Interviene en la movilidad de músculos de la faringe y la laringe, facilitando:

  • La deglución.

  • La fonación (producción de la voz).

3. Funciones sensoriales

Aporta sensibilidad en diferentes zonas del cuerpo, como:

  • La oreja externa.

  • La faringe.

  • Órganos torácicos y abdominales.


Nervio vago y sistema nervioso: del estrés a la calma

El nervio vago juega un papel esencial en la regulación del sistema nervioso autónomo. Según especialistas, es el encargado de ayudarnos a pasar de un estado de alerta o estrés a un estado de calma y recuperación.

En condiciones óptimas, esta transición ocurre de manera natural, fluida y eficaz. Sin embargo, en situaciones de estrés crónico, el nervio vago puede verse “bloqueado” o menos activo, lo que impacta en la salud física y mental.


¿Cómo estimular el nervio vago de forma natural?

De acuerdo con fisioterapeutas y especialistas en salud integrativa, existen prácticas sencillas que favorecen la activación del nervio vago y, con ello, la respuesta parasimpática del cuerpo:

  • Respiración profunda y lenta por la nariz, que ayuda a relajar el organismo y a regular la frecuencia cardíaca.

  • Meditación y mindfulness, que disminuyen la respuesta de estrés.

  • Cantar, tararear o hablar en voz alta, lo cual activa los músculos de la laringe asociados al nervio.

  • Ejercicio físico moderado, especialmente actividades rítmicas como caminar, nadar o practicar yoga.

  • Exposición breve al frío, como duchas de agua fría, que estimulan el tono vagal.


Reflexión final

El nervio vago es mucho más que un simple “cable nervioso”: es un regulador maestro del equilibrio interno del cuerpo. Desde la digestión hasta la respiración, pasando por el ritmo cardíaco y la respuesta emocional, su actividad influye directamente en la salud integral.

Cuidarlo y estimularlo con hábitos saludables es una manera de mejorar la calidad de vida y favorecer un estado de mayor calma y bienestar.

👉 En conclusión: el nervio vago no solo conecta órganos, también conecta nuestra salud física con nuestro bienestar emocional.

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