En una apuesta que combina tecnología, gastronomía y sostenibilidad, los londinenses pueden ahora probar un bistec vegano impreso en 3D que busca conquistar tanto al paladar como a la conciencia ecológica. Elaborado con soja, habas y maíz, este producto replica el sabor y la textura de un corte de carne tradicional, pero sin recurrir a ningún ingrediente de origen animal.
El innovador plato se sirve en el restaurante Le Petit Beefbar, ubicado en el exclusivo barrio de Chelsea, donde llega a la mesa presentado en filetes uniformes, bañados en salsa de hierbas y trufa, y acompañado por guarniciones que realzan su sabor.
“¿Cómo explicarlo? Es un bistec de verduras, una versión completamente vegana”, comenta Juliette Pecoul, subdirectora del restaurante.
Según detalla, la soja, el haba y el maíz constituyen la base del producto, mientras que el aceite de coco aporta la jugosidad característica de la carne. Para lograr su tonalidad rojiza, se emplean arándano y remolacha, logrando un aspecto sorprendentemente realista.
“Es impresionante ver cómo logran reproducir la estructura de una chuleta, con sus fibras y capas. Visualmente es casi idéntico”, agrega Pecoul.
Ciencia y sabor en una sola impresión
Detrás de esta propuesta se encuentra Redefine Meat, una empresa pionera que desde 2021 comercializa sus productos en Reino Unido, Alemania y Países Bajos.
“Usamos la tecnología en lugar de animales para crear carne con un sabor extraordinario”, explica Klara Pierre, jefa de marketing de la compañía. Gracias a la impresión 3D, el proceso permite replicar con precisión la textura muscular y la grasa intramuscular propias de la carne animal, lo que ofrece una experiencia sensorial casi idéntica.
El sabor y el jugo característicos se logran mediante proteínas y compuestos solubles de origen vegetal, cuidadosamente combinados para generar el mismo aroma y consistencia que la carne tradicional.
Una alternativa frente al cambio climático
El objetivo, según Pierre, es claro: “Queremos crear un mundo en el que todos puedan disfrutar de la experiencia de comer carne, pero sin comprometer el bienestar animal ni el planeta”.
La industria cárnica es responsable de cerca de un tercio de las emisiones contaminantes generadas por el ser humano, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Los principales gases implicados son el metano, emitido por el ganado, y el óxido nitroso (N₂O), procedente de los fertilizantes agrícolas, ambos altamente nocivos para el clima.
Para el restaurante londinense, esta propuesta representa una alternativa ecorrespetuosa que permite disfrutar de un buen bistec reduciendo el impacto ambiental.
“Soy amante de la carne, pero no me importa probar un bistec vegano de vez en cuando”, confiesa Pecoul. “Y sinceramente, funciona… ¡de verdad que funciona!”.

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