El ícono de la música urbana Daddy Yankee y su exesposa Mireddys González han puesto fin a una de las disputas legales más comentadas del año. Ambos alcanzaron un acuerdo total y definitivo que permitirá al artista puertorriqueño seguir utilizando sus marcas profesionales, incluyendo su nombre artístico, su identidad corporativa y las siglas DY, con las que ha estado promoviendo su nueva etapa tras su retiro musical.
Según una moción conjunta presentada ante el Tribunal Federal de Hato Rey (San Juan), y difundida este viernes, los representantes legales de ambas partes notificaron a la jueza María Antongiorgi Jordán que se ha logrado un entendimiento integral sobre todas las reclamaciones incluidas en el proceso.
“Las partes han llegado a un acuerdo total y definitivo sobre todas las reclamaciones presentadas en esta acción”, establece el documento legal.
El acuerdo garantiza el derecho de uso de las marcas
El pacto judicial estipula que Ramón Luis Ayala Rodríguez, nombre de pila de Daddy Yankee, podrá seguir utilizando sin restricciones las marcas “Daddy Yankee” y “DY”, tanto en su carrera artística como en proyectos comerciales futuros.
Por su parte, González se compromete a no realizar acciones directas o indirectas que puedan limitar o afectar el uso de dichas marcas por parte del artista. El texto también prohíbe que la exesposa registre marcas similares o con potencial de confusión, y le impide emitir declaraciones o acciones que pudieran dañar o diluir el valor de los nombres protegidos.
“González acuerda, se compromete y se obliga a no tomar ninguna medida destinada a limitar, afectar o impedir que Ramón Ayala Rodríguez utilice las marcas Daddy Yankee o DY”, señala el documento presentado ante la jueza.
Además, ambas partes acordaron que la sentencia derivada del pacto será “definitiva e inapelable”, manteniendo el tribunal la jurisdicción necesaria para hacer cumplir los términos si alguna de las cláusulas llegara a ser vulnerada.
Una batalla legal que se extendía desde 2024
Este acuerdo representa el capítulo más reciente —y posiblemente el cierre— de una prolongada disputa empresarial y personal entre el intérprete de Gasolina y su exesposa.
La controversia comenzó en diciembre de 2024, cuando el artista denunció que Mireddys González y su hermana Ayeisha González realizaron transferencias bancarias por 100 millones de dólares desde cuentas corporativas de El Cartel Records y Los Cangris, Inc., sin su conocimiento ni autorización.
A raíz de esos movimientos financieros, Daddy Yankee presentó una demanda federal por presunta destrucción de archivos corporativos, argumentando que ambas mujeres habían borrado correos y documentos relacionados con la gestión de sus empresas musicales.
En agosto de 2025, la jueza Silvia Carreño ordenó a González entregar dispositivos electrónicos con evidencia digital de los archivos eliminados, intensificando así la disputa judicial.
El final de una relación de casi tres décadas
La batalla legal se desarrolló en paralelo al fin del matrimonio de casi 30 años entre Daddy Yankee y Mireddys González, quienes oficializaron su divorcio el 19 de febrero de 2025. La separación puso término a una relación que había comenzado antes de la fama internacional del artista y que se consolidó durante su ascenso como una de las figuras más influyentes del reguetón a nivel mundial.
A pesar del conflicto, el acuerdo actual parece marcar un punto de conciliación entre ambas partes, especialmente en lo que respecta al legado profesional y empresarial del artista.
Un legado bajo control total
Con este acuerdo, Daddy Yankee recupera el control absoluto sobre su identidad artística y comercial, algo clave en su actual etapa fuera de los escenarios. Desde su retiro oficial en 2023, el artista ha enfocado su carrera en proyectos empresariales, inversiones y contenido audiovisual, promoviendo su imagen bajo el sello DY.
El entendimiento judicial le garantiza que podrá seguir utilizando sus marcas y símbolos sin restricciones legales, consolidando su figura como una de las marcas más valiosas y reconocidas en la industria musical latina.


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