El presidente del Consejo General de Dentistas de España y de la Fundación Dental Española (FDE), Óscar Castro Reino, recordó que mantener una correcta higiene bucodental no solo preserva la salud oral, sino que también contribuye al control y prevención de enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de mortalidad en el mundo.
Con motivo del Día Mundial del Corazón, que se celebrará el próximo lunes, los profesionales de la odontología insisten en que la salud de la boca está directamente relacionada con la del corazón. La evidencia científica —subrayan— demuestra que una enfermedad periodontal activa y no tratada puede aumentar de forma significativa el riesgo de padecer dolencias cardiovasculares.
Una conexión científicamente comprobada
Estudios recientes han confirmado una fuerte asociación entre la periodontitis (infección e inflamación de las encías) y patologías como la hipertensión arterial, la fibrilación auricular, la enfermedad coronaria y la hiperlipidemia (niveles elevados de grasa en la sangre).
De hecho, diversas investigaciones revelan que el riesgo de enfermedad aterosclerótica y de cardiopatía coronaria puede triplicarse en presencia de una enfermedad periodontal no tratada.
El doctor Castro Reino explicó que esta relación se debe a los procesos inflamatorios que comparten ambas afecciones. “Cuando la encía está inflamada de forma crónica, las bacterias y las sustancias inflamatorias pueden pasar al torrente sanguíneo, afectando el sistema vascular y aumentando el riesgo de complicaciones cardíacas”, señaló.
Por ello, subrayó que mantener la boca sana en un paciente con patología cardiovascular es prioritario y completamente posible, siempre que se adopten hábitos saludables, se reciba una correcta información y se realicen revisiones dentales periódicas.
Recomendaciones para pacientes con enfermedades cardiovasculares
Con el fin de mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones, el Consejo General de Dentistas y la FDE emitieron una serie de recomendaciones dirigidas a los pacientes con dolencias cardíacas:
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Cepillado diario y completo: Realizar el cepillado dental al menos dos veces al día, preferiblemente por la mañana y antes de dormir, utilizando pasta fluorada. La duración ideal es de dos minutos, incluyendo dientes, encías y lengua.
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Higiene interdental: Emplear hilo dental o cepillos interdentales cada noche para eliminar los restos de comida y la placa acumulada entre los dientes, zonas donde el cepillo no llega.
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Cuidado del cepillo: Tras cada uso, enjuagar bien el cepillo, secarlo y guardarlo en un lugar seco. Es recomendable sustituirlo cada tres meses, o antes si las cerdas se deforman o tras haber pasado por una enfermedad infecciosa.
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Atención especial a las prótesis: Las personas con prótesis removibles deben retirarlas y limpiarlas cuidadosamente después de cada comida, evitando así infecciones o irritaciones.
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Uso prudente de enjuagues y geles: Los enjuagues bucales antibacterianos, geles o sprays deben utilizarse únicamente bajo prescripción profesional, ya que un uso inadecuado puede alterar el equilibrio natural de la flora oral.
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Alimentación saludable: Se recomienda seguir una dieta equilibrada, reduciendo el consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados, e incrementando la ingesta de frutas, verduras y agua.
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Evitar el tabaco y el alcohol: Ambos hábitos perjudican no solo la salud oral, sino también el sistema cardiovascular, dificultando la recuperación y el control de enfermedades crónicas.
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Revisiones periódicas: Visitar al dentista de forma regular permite detectar de manera temprana posibles signos de enfermedad periodontal o alteraciones que podrían agravar una condición cardíaca existente.
Un mensaje de prevención integral
Los especialistas coinciden en que la salud bucodental forma parte inseparable de la salud general. La boca es una puerta de entrada al organismo, y su descuido puede tener consecuencias más allá de lo estético.
“El cuidado oral no debe verse como un aspecto aislado. En pacientes con enfermedades cardiovasculares, mantener las encías y dientes sanos puede marcar la diferencia entre la estabilidad y una complicación grave”, insistió Castro Reino.
Además, recordó que los pacientes cardíacos deben informar siempre a su dentista sobre los medicamentos que consumen —como anticoagulantes o antihipertensivos—, para que el profesional pueda adaptar los tratamientos de forma segura.
Conciencia para un corazón y una sonrisa saludables
El Día Mundial del Corazón busca promover estilos de vida que reduzcan los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares, que cada año causan más de 17 millones de muertes en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este contexto, los dentistas españoles se suman al llamado global, recordando que una sonrisa saludable puede ser también un indicador de un corazón fuerte. La prevención, el autocuidado y las visitas periódicas al especialista son las mejores herramientas para mantener la salud bucodental y cardiovascular en equilibrio.


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