Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, la fundación Músicos por la Salud resaltó que la música no solo despierta emociones, sino que también tiene un poder sanador, especialmente en personas que enfrentan trastornos vinculados a la salud mental.
Durante la última década, la organización ha ofrecido más de 27.000 microconciertos en hospitales y centros sociosanitarios de toda España, con el propósito de mejorar el bienestar emocional de pacientes, familiares y personal sanitario. Estas intervenciones musicales han demostrado ser una herramienta eficaz para reducir la ansiedad, la depresión y el dolor emocional.
El presidente y fundador de la fundación, Guillermo Giner, explicó que la música puede transformar el ambiente hospitalario, ya que una canción es capaz de aliviar la angustia o devolver la alegría a quien atraviesa un momento difícil. “Hemos visto cómo una melodía puede cambiar el ánimo, reducir el dolor o simplemente provocar una sonrisa en un paciente con ansiedad”, señaló.
Según los estudios realizados por la fundación junto a la Fundación Musicoterapia y Salud, tras quince sesiones musicales, el 83% de los pacientes se sienten más animados, el 94% experimenta mayor tranquilidad y siete de cada diez reportan una disminución notable de la ansiedad.
Más allá de las cifras, los testimonios evidencian el impacto emocional de estas intervenciones. Asier, un joven paciente oncológico, recordó que durante su estancia en la UCI la música le hizo sentir “conectado nuevamente con la vida”. “Estás en una situación límite y de repente alguien entra cantando; cambia todo. Creo que pocas canciones he disfrutado tanto como aquella”, expresó.
Los microconciertos de Músicos por la Salud no se conciben como simples actuaciones, sino como intervenciones terapéuticas planificadas. Un estudio desarrollado junto a Culturalink determinó que dos horas diarias de música en hospitales podrían generar un ahorro económico anual de entre 2 y 7,4 millones de euros, gracias a la reducción del tiempo de hospitalización y del uso de sedantes o ventilación mecánica.
Estos resultados se explican porque la música estimula la liberación de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y endorfinas, que regulan el dolor y el estrés. Además, influye en el sistema nervioso autónomo, reduciendo la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los niveles de cortisol.
Desde su creación en 2015, la fundación ha llevado sus conciertos a 65 hospitales y 340 centros sociosanitarios, alcanzando a más de 560.000 personas en toda España. Por ello, la entidad insta a las autoridades públicas a integrar estas intervenciones musicales como parte de los servicios asistenciales en los hospitales y centros de atención del país.


0 Comentarios